Capítulo 4: Lactancia materna

Los seres vivos necesitan nutrirse. Las plantas son autótrofas, mientras que los animales y las personas somos heterótrofos. Cada organismos viene “equipado para conseguir su alimento”. La mayoría de mamíferos a las pocas horas de nacidos son capaces de ponerse en pie y acercarse a buscar alimento: la leche de su madre. No he escuchado de ninguna tigresa a la que no le saliera leche, pero podría existir: si en su manada no hay quien alimente a la cría, está destinada a morir.

Con el hombre es bastante diferente. Dios dotó a los padres humanos de la capacidad de atender a las necesidades de su indefenso bebé. Este bebé no caminará hasta alrededor del año después de nacido y lo ideal es que se alimente de leche materna de forma exclusiva durante seis meses y luego de forma complemetaria -idealmente- hasta los dos años.

Muchas mujeres no tienen leche. ¿Qué pasaba hace uno o dos siglos si una mujer no tenía leche para alimentar a su bebé? Seguramente buscaba una nodriza o alguna pariente o vecina que le diera de comer. ¿Que sucede ahora? Se consigue una lata de fórmula y con ella se alimenta a la hermosa criatura y crece. Hay opciones para alimentar a un bebé. La opción de la fórmula es un tanto costosa y complicada para quienes no tienen acceso a agua potable que les permita disolver el polvo y esterilizar las pachas.

La leche materna -cuando la madre tiene leche- es la opción más económica, ecológica, nutritiva, práctica y saludable que existe. Si se vendiera en el mercado, por sus componentes (anticuerpos, grasas, azúcares, adaptación a las necesidades del bebé, etc.), sería impagable. Para poder dedicarse a ella se requiere de tiempo, esfuerzo y apoyo.

Un bebé lactante pasa más tiempo comiendo que un bebé que toma pacha. Una mamá lactante deja de hacer muchas cosas mientras da de comer a su bebé, por lo que requiere que su familia le ayude a realizar las tareas del hogar o a cuidar otros hijos pequeños y no tan pequeños.

La lactancia materna puede servir como método para espaciar embarazos si y solo si es exclusiva, a demanda, de noche y día y sin hacer uso de pacificadores (pepes, chupos, etc.). Solo funciona si no hay ovulación y por lo tanto no ha habido ninguna regla. Generalmente esto dura 6 meses, pero depende de qué tantas tomas siga teniendo el hijo puede durar hasta un año.

Lo que más ayuda a la producción de leche es “prenderse al niño”. Los niños comen cuando acaban de nacer, cada tres horas, algunos se quedan dormidos comiendo, por lo que es importante seguir las recomendaciones del médico en caso de que no se gane peso. Algunos productos como el Ixbut favorecen la producción de leche, pero el líquido más importante a consumir es agua. Algunos médicos recomiendan seguir tomando vitaminas pre natales durante esta etapa.

La lactancia es una decisión personal que involucra y une a las familias. Para la nuestra ha sido una gran bendición y después de 20, 18 y 16 meses de lactancia la recomiendo ampliamente. ¿La parte más difícil? Es que los primeros días duele (aunque digan que no los expertos, las mamás decimos que sí) y la segunda vez también y la tercera y seguramente la cuarta. Favorece además a que el utero regrese a su tamaño, así que se sienten los dolores de “entuerto”, pero yo los veo más bien cómo dolores que al mismo tiempo van siendo sanadores.

La red de apoyo es vital para las mamás que quieran vivir esta experiencia. A algunas nos encanta y otras lo hacen con mucho amor porque saben que es bueno para sus hijos, aunque no les fasciné. Todo es válido y dar fórmula también, si es lo que se adapta mejor al sistema familiar.

Les dejo fotos de cachetitos de lactancia.

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