Empiezo a dudar de todo lo que se dice sobre el COVID… pues últimamente las personas expertas en algún área en específico, de repente son expertas en: educación infantil, epidemiología, salud pública, paternidad…. etc.
Considero que la mejor fuente para saber sobre las vacunas son los artículos de revistas indexadas o la opinión de los médicos, que han leído dichos estudios y tienen experiencia en la materia. Lo que he escuchado yo de estas fuentes secundarias es que la vacuna si inmuniza y los niños tiene riesgo bajo de contagio y que siguiendo los protocolos, no debería ser problema que se regrese a la presencialidad en los colegios.
Todo lo demás, me parecen puras opiniones. Cómo hay libertad de expresión no hay ningún problema en emitirlas, pero considero que antes de lanzar cualquier tipo de campaña a favor o en contra de cualquier tema, deberíamos hacer el esfuerzo de pensar en todos los escenarios. Recordemos que el COVID-19 es una enfermedad bastante reciente sobre la que se especula mucho, pero parece que se comporta de forma distinta entre poblaciones y entre personas.
Algunas personas han tenido contacto con pocas personas y han resultado contagiadas sintomáticas o asintomáticas. Algunas personas han tenido contacto con muchas personas y no se han enfermado o no han tenido síntomas. El COVID-19 ha cobrado muchas vidas, pero no tanto como otras enfermedades y circunstancias. Algunas personas dejaron de ver abuelos, padres y parientes para evitar contagios y resulta que durante la pandemia han fallecido por otros motivos. Dicen que los niños son portadores del virus, pero conozco abuelos que ven a sus nietos que no viven con ellos, pero no se han enfermado y otros que no tiene nietos, en edad de ser abuelos, y se enferman.
No sabemos realmente si nos vamos a enfermar y cómo se comportaría la enfermedad en cada uno. Hay mucha incertidumbre. Pasamos en total encierro muchos días y poco a poco se fue regresando a “cierta normalidad”. A mi me pareció un “sálvense quien pueda”, preocupante, pero al final de cuentas toca a cada persona le toca, de la manera más responsable, hacer lo que cree correcto.
Muchos han dejado de hacer deporte y se supone que la enfermedad ataca mayormente a los obesos. Muchos han dejado de ver a la demás y en principio las buenas relaciones sociales ayudan a mantener la salud. Muchos tienen miedo y en un año han envejecido.
No conocemos la situación de cada familia y por qué algunos de sus miembros van al gimnasio, mandan los niños al colegio, siguen yendo a la oficina, toman café con azúcar, etc., etc. No lo sabemos. He leído que las mamás que mandan a sus hijos a estudiar son unas haraganas, no pueden con sus hijos, no aguantan a sus hijos y tantas cosas más que al final del día nadie sabe. Antes de emitir cualquier opinión deberíamos pensar si es cierta, si es necesaria, si estoy procurando tener empatía. Es válido manifestar la opinión, pero es más caritativo hacerlo de forma asertiva.