
Jean Piaget estaría orgulloso de mí 😉. Porque hoy mientras hacía la rutina de la noche con las chicas lo pude ver… me lo imaginé a él anotando todo para poder sacar conclusiones generales y dejarnos su gran teoría de las etapas. ¿Por qué se le dificulta tanto dormir a mi hija grande? Porque su forma de pensamiento está cambiando.
Mamá, no puedo dormir; estoy soñando que me caigo en una piscina gigante.
Y hoy vi que no se podía dormir no por un mal sueño, sino por un pensamiento recurrente que viene a su mente y no logra parar.
Ana, no estás soñando porque no estás dormida. Piensa algo lindo.
No lograba hacerlo y me recordé de mí misma a su edad y más grande, pensando en cosas imposibles, pero que me daban miedo ¿qué pasa si salgo volando por la ventana del carro y viene un carro atrás y…? Eventualmente (ya grande) aprendí a cambiar el contenido de mis pensamientos. Luego alguien me explicó que tengo un tipo de pensamiento hiper reflexivo y necesito aprender a dejar de pensar en una idea fija y a cambiar el contenido…
¡Eureka! La nena ya no piensa como sus hermanos, aunque todavía no distingue entre la fantasía y la realidad está empezando a hacerlo.
-Mamá, hay muchos “Santas”
-sí
-¿todos trabajan para El Niño Dios?
-sí
Eventualmente ella sacará sus conclusiones… porque su pensamiento concreto le ayudará a pensar en posibles e imposibles… estaré en primera fila para verlo. ¡Qué emocionante!
Ver crecer a los hijos es una gran bendición. Darnos cuentas de las cosas pequeñas es aún mejor. No quiero decir “a dónde se fue el tiempo” quiero agradecer por cada paso dado.
Pronto estará leyendo… escribiendo… mientras tanto quiero disfrutas sus bellos dibujos llenos de imaginación y las historias que inventa al ver una imagen/situación. Cada cosa a su momento.
Es importantísimo que no queramos quemar etapas con los niños; todo llega a su tiempo. No nos afanemos porque “ya coman”, “ya hablen”, “ya se duerman solos”. Mejor disfrutemos cada instante, cada ocurrencia, porque en cuanto menos lo sentimos ya están en otra etapa.