Como cada sábado, la familia Carrera Dávila tenía una serie de eventos a los que asistir y un par a los que habían tenido que decir que no. No crean que somos tan populares, pero tenemos una gran familia, amigos de toda la vida y nos encanta compartir con otros.
Nos levantamos, bañamos niños, fuimos a misa. Regresamos a terminar de alistarnos porque papá iría a una piñata con los chicos y mamá tenía un Baby Shower. Mientras me maquillaba, pensaba… seguro que piden un consejo, ¿que les diría a unos padres primerizos dispuestos a escuchar como Edu y Fabi? Y allí lo pensé: el consejo del triple respeto.
Con autorización de los padres comparto la doto
Empezaron los consejos de todas y cuando me tocó les dije: “yo les daría el consejo del triple respeto”. Consiste en primer lugar respetar a su hija y aceptarla como es (y no cómo querríamos que fuera), puede ser una niña súper sociable o algo “uraña”, puede ser activa y preguntona o tranquila e investigadora, puede ser sonriente o seria… y cómo sea se le amará, aceptará y respetará (y por supuesto se le educará).
La segunda parte del consejo consiste en conocernos como padres y aceptar y respetar la maternidad y la paternidad. Las madres tenemos un modo de ser y cada una vive la maternidad a su manera y nos tenemos que aceptar a nosotras mismas y pedir con mucho amor que las decisiones que hemos tomado junto a nuestro esposo se respeten. Podemos ser relajadas o aprensivas, dar lactancia o no, etcétera. Eso está bien.
Los esposos tienen su forma de paternidad y la tenemos que respetar. Es imposible e incluso irrespetuoso pretender que padre y madre hagan exactamente lo mismo. Hay cosas en las que se necesita un “frente común” pero lo opinable debe respetarse. Algunas veces los papás se llevan a los niños despeinados a la calle y no pasa nada, otras los dejan tener aventuras increíbles y peligrosas y no pasa nada… o no los limpian después de comerse un helado o los súper limpian después de jugar. Por este tipo de cosas no se pelea con el esposo o la esposa.
Sino está en riesgo la integridad física, moral, intelectual y espiritual del Niño, ¡viva la libertad!
Gracias Fabi y Edu por dejarme que me metiera en sus vidas y escuchar el montón de consejos que les dieron: bajar el ritmo adulto para acompañar al niño; permitirle ser la versión de mujer que Dios quiere que Irene María sea; comprar desde el principio una biblia para niños; ser amigos a de sus hijos desde que son chiquitos para que al crecer lo sigan siendo…. y tantos otros más que quedaron grabados en video y su corazón.
Irene María te esperamos con mucho amor.