¿Alguien recuerda sus vacaciones del colegio? Yo algunas las recuerdo más que otras ¿Por qué? Por las actividades que realicé en ellas. Si bien es “rico” descansar y levantarse tarde y ver tele, no son ese tipo de vacaciones las que más recuerdo. Llevo en el corazón y en la memoria, el recuerdo de las vacaciones en las que hice “algo”.
Tengo presente un año que mi madrina nos dio a mi hermana y a mi clases de manualidades y de cocina, allí aprendí a hacer el “diente de perro” y le agarré amor a las recetas. Recuerdo tres años distintos en los que fui al curso de vacaciones del “Club Campestre La Montaña” y las personas a las que conocí. Guardo en la memoria unas vacaciones que estudié italiano con mi hermana y otras en las que estudié inglés con adultos.

Recuerdo también las vacaciones en las que llevé a Ana Belén a curso de vacaciones, a ballet y a natación. ¿Lo más maravilloso? Que ella también lo recuerda. Tiene cuatro años y recuerda sus actividades. -mamá, quiero ir otra vez on mis maestras de Ballet. Eso es dejar huella en el corazón.
Me encanta que en vacaciones los niños cambien de horario y hagan actividades que no hacen normalmente. Descansar no es estar sin hacer nada, sino cambiar de actividad. Me gusta también ocupar solo un par de horas al día en actividades estructuras como clases de música o natación y utilizar el resto del tiempo para desarrollar destrezas que son importantes.
Estas vacaciones le he dedicado mucho tiempo a que Cristina aprenda a vestirse sola. Allí va. Se tarda más y a veces Ana Belén la ayuda, pero para las dos es algo provechoso. También hemos insistido mucho en recoger y ordenar. Hemos cocinado, realizado manualidades, decorado la casa, a nuestro propio ritmo.
Las vacaciones de fin de año están por terminar. Estamos a tres semanas de regresar al colegio y pasada la Navidad y el año nuevo será necesario volver a la rutina y horario un poco más estricto para que el impacto de regreso a clases sea lo más natural posible. Todavía podemos trabajar en destrezas que requieren de tiempo y siempre hacen bien aprender: amarrarse los zapatos, poner y recoger la mesa, barrer, etcétera. No hay límites a lo que podemos lograr en las vacaciones.
